¿Por qué explorar el espacio?


La Hermana Mary Juncada (una monja que trabajaba con los chicos hambrientos de África) escribió a la NASA, en pleno auge de la exploración espacial, preguntando cómo podían sugerir que se gasten miles de millones de dólares en un proyecto así, en un tiempo en el que tantos niños morían de hambre en la Tierra.
El 6 de mayo de 1970, Ernst Stuhlinger, el entonces Director Asociado de Ciencia, en el Centro de Vuelos Espaciales Marshall, envió la siguiente respuesta, junto con una copia del Earthrise:



Querida Hermana Mary Jucunda,

Su carta ha sido una de las muchas que me llegan cada día, pero me ha conmovido más profundamente que todas las demás, porque viene de una mente inquieta y un corazón compasivo. Intentaré responder a su pregunta lo mejor que pueda.

Primero, sin embargo, me gustaría expresarle la gran admiración que siento por usted y por todas sus valientes hermanas, porque están dedicando sus vidas a la causa más noble del hombre: ayudar a sus semejantes necesitados.

Usted pregunta en su carta cómo puedo sugerir el gasto de miles de millones de dólares para viajar a Marte, en un momento en el que tantos niños en la Tierra mueren de hambre.

Sé que no espera una respuesta como “¡Oh, no sabía que había niños que mueren de hambre, pero de ahora en adelante voy a desistir de cualquier tipo de investigación espacial hasta que la humanidad haya resuelto ese problema!" De hecho, sabía de niños hambrientos mucho antes de saber que un viaje a Marte es técnicamente posible. Sin embargo, al igual que muchos de mis amigos, creo que viajar a la Luna y eventualmente a Marte, y otros planetas, es una aventura que debemos emprender ahora, e incluso creo que este proyecto, a largo plazo, contribuirá a solucionar los graves problemas que enfrentamos aquí en la Tierra, más que muchos otros potenciales proyectos de ayuda que se debaten y discuten año tras año, y que son tan extremadamente lentos en dar resultados tangibles.

Antes de tratar de describir con más detalle cómo nuestro programa espacial contribuye a la solución de nuestros problemas en la Tierra, me gustaría relatar brevemente una supuesta historia real, que puede ayudar a apoyar mi argumento. Hace 400 años, vivía un conde en una pequeña aldea de Alemania. Era uno de los condes benignos, y le daba una gran parte de sus ingresos a los pobres de su ciudad. Esto era muy apreciado, ya que abundaba la pobreza en la época medieval, y las epidemias de peste asolaban el país con frecuencia. Un día, el conde se encontró con un hombre extraño. Tenía una mesa de trabajo y pequeño laboratorio en su casa, y trabajaba duro durante el día, para poder permitirse un par de horas cada noche para trabajar en su laboratorio. Tenía pequeñas lentes, hechas de pedazos de vidrio, que montaba en tubos, y usaba estos aparatos para mirar objetos muy pequeños. El conde estaba particularmente fascinado por las pequeñas criaturas que podían verse con grandes aumentos, y que nunca antes habían sido vistas. Invitó al hombre a mudar su laboratorio al castillo, a convertirse en un miembro de la casa del conde, y dedicar todo su tiempo, desde ese momento, al el desarrollo y perfeccionamiento de sus aparatos ópticos, como empleado especial del conde.

Los aldeanos, sin embargo, se enojaron cuando descubrieron que el conde estaba desperdiciando su dinero en lo que pensaban que eran tonterías. "¡Estamos sufriendo de esta plaga!", decían, "¡mientras que él le paga a ese hombre por un pasatiempo inútil!" Pero el conde se mantuvo firme. "Les doy todo lo que puedo," dijo, "pero también apoyaré a este hombre y su trabajo, porque sé que algún día va a salir algo bueno de él!"

De hecho, algo muy bueno salió de esta obra, así como de trabajos similares realizados por otros en otros lugares: el microscopio. Es bien sabido que el microscopio ha contribuido más que cualquier otra invención a los avances de la medicina, y que la eliminación de la plaga y muchas otras enfermedades contagiosas de todo el mundo, es en gran parte un resultado de los estudios que el microscopio hizo posibles.

El conde, al reservar parte de su dinero para la investigación y el descubrimiento, contribuyó mucho más al alivio del sufrimiento humano, de lo que podría haber contribuido al dar todo a su comunidad azotada por la peste.

La situación que estamos enfrentando hoy en día es similar en muchos aspectos. El Presidente de los Estados Unidos está gastando alrededor de 200 mil millones de dólares en su presupuesto anual. Este dinero se destina a salud, educación, bienestar, renovación urbana, carreteras, transporte, ayuda exterior, defensa, agricultura de conservación, ciencia, y muchas instalaciones dentro y fuera del país. Cerca del 1,6% de este presupuesto nacional se destinó a la exploración espacial este año. El programa espacial incluye el Proyecto Apolo, y muchos otros proyectos más pequeños en física espacial, astronomía espacial, biología espacial, proyectos planetarios, proyectos de recursos terrestres e ingeniería espacial. Para hacer posible estos gastos en el programa espacial, el contribuyente americano, con 10.000 dólares de ingresos anuales, está pagando alrededor de 30 dólares de impuestos para el espacio. El resto de sus ingresos, 9.970 dólares, sigue siendo para su subsistencia, su recreación, sus ahorros, sus otros impuestos, y todos sus otros gastos.

Ahora, usted debe preguntarse: "¿Por qué no toma 5 o 3 o 1 dólar de los 30 dólares para el espacio, que el contribuyente estadounidense promedio está pagando, y envía esos dólares a los niños hambrientos?" Para responder a esta pregunta, tengo que explicar brevemente cómo funciona la economía de este país. La situación es muy similar en otros países. El gobierno consiste en un número de departamentos (Interior, Justicia, Salud, Educación y Bienestar Social, Transporte, Defensa, y otros) y agencias (Fundación Nacional de Ciencias, Nacional de Aeronáutica y del Espacio, y otros). Todos ellos preparan sus presupuestos anuales en función de sus misiones asignadas, y cada uno de ellos debe defender su presupuesto frente los comités del Congreso, que realizan exámenes muy severos, y frente a una fuerte presión para ahorrar, de la Oficina Presupuestaria y el Presidente. Cuando los fondos son finalmente asignados por el Congreso, se puede gastar sólo para las partidas especificadas y aprobadas en el presupuesto.

El presupuesto de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, como es natural, sólo puede contener elementos directamente relacionados con la aeronáutica y el espacio. Si este presupuesto no fuera aprobado por el Congreso, los fondos propuestos no estarían disponibles para ninguna otra cosa, simplemente no se le descontarán al contribuyente, a menos que uno de los otros presupuestos hubiera obtenido la aprobación de un aumento específico, que entonces absorbería los fondos no gastados en el espacio. Se dará cuenta, con este breve discurso, que el apoyo a los niños hambrientos; o más bien, un apoyo adicional al que los Estados Unidos ya está contribuyendo a esta noble causa, en la forma de la ayuda exterior; sólo puede obtenerse si el departamento correspondiente presenta una línea presupuestaria a tal fin, y si esta partida es aprobado por el Congreso.

Usted puede preguntar ahora si yo, en lo personal, estaría a favor de esa medida por parte de nuestro gobierno. Mi respuesta es un rotundo sí. De hecho, no me importaría en absoluto que mis impuestos anuales se incrementasen en algunos dólares, con el fin de alimentar a los niños hambrientos, dondequiera que vivan.

Sé que todos mis amigos se sienten igual que yo al respecto. Sin embargo, no podemos llevar a cabo tal programa, simplemente desistiendo de hacer planes para viajar a Marte. Por el contrario, incluso creo que, trabajando para el programa espacial, puedo hacer alguna contribución para el socorro y la eventual solución de graves problemas, tales como la pobreza y el hambre en la Tierra. Para el problema del hambre, hay básicamente dos temas a tratar: la producción de alimentos y su distribución. La producción de alimentos por la agricultura, ganadería, pesca y otras operaciones a gran escala es eficiente en algunas partes del mundo, pero drásticamente deficiente en muchas otras partes. Por ejemplo, las grandes extensiones de tierra podrían utilizarse mucho mejor aplicando métodos eficaces de control de las cuencas fluviales, uso de fertilizantes, predicción meteorológica, evaluación de la fertilidad, programación de plantaciones, selección de campo, hábitos de plantación, cadencia de cultivos, análisis de cultivos y planificación de cosecha.

La mejor herramienta para mejorar todas estas funciones, sin dudas, es el satélite artificial de la Tierra. Circunda el globo a gran altitud, puede explorar amplias zonas de terreno en poco tiempo, puede observar y medir una gran variedad de factores que indican el estado y la condición de los cultivos, el suelo, las sequías, las precipitaciones, la capa de nieve, etc., y puede emitir esta información a las estaciones terrestres para el uso eficiente. Se ha estimado que hasta un modesto sistema de satélites terrestres, equipados con sensores de los recursos terrestres, trabajando en un programa de mejoras agrícolas en todo el mundo, aumentará los cultivos anuales por un equivalente a muchos miles de millones de dólares.

La distribución de alimentos a los necesitados, es un problema completamente diferente. La cuestión no es tanto el volumen del envío, sino la cooperación internacional. El gobernante de un país pequeño puede sentirse muy incómodo con la perspectiva de recibir grandes cantidades de alimentos, enviados a su país desde una gran nación, simplemente por temer que, junto con la comida, podrían importar influencia y poder extranjero. El alivio eficaz de hambre, me temo, no llegará a menos que los límites entre las naciones se vuelvan menos divisorias de lo que son hoy. No creo que los vuelos espaciales logren este milagro de la noche a la mañana. Sin embargo, el programa espacial es, ciertamente, uno de los más prometedores y poderosos agentes trabajando en esta dirección.

Permítame recordarle la reciente casi tragedia del Apollo 13. Cuando llegó el crucial momento de la reentrada de los astronautas, la Unión Soviética suspendió todas las transmisiones rusas de radio en las bandas de frecuencia utilizadas por el Proyecto Apollo, con el fin de evitar cualquier posible interferencia, y los barcos rusos se apostaron en el Pacífico y el Atlántico, en caso de que un rescate de emergencia fuera necesario. Si la cápsula de los astronautas hubiera caído cerca de un barco ruso, los rusos, sin duda, habrían dedicado todo el cuidado y esfuerzo en su rescate, como si fueran cosmonautas rusos regresando de un viaje espacial. Si los viajeros espaciales rusos estuvieran alguna vez en una situación de emergencia similar, los estadounidenses harían lo mismo por ellos, sin ninguna duda.

Mayor producción de alimentos gracias a estudios y evaluaciones desde órbita, y una mejor distribución de los alimentos gracias a mejores relaciones internacionales, son sólo dos ejemplos de cuán profundamente el programa espacial tendrá un impacto en la vida en la Tierra. Me gustaría citar dos ejemplos: la estimulación del desarrollo tecnológico y la generación de conocimiento científico.

Los requisitos de alta precisión y extrema fiabilidad, que debe imponerse a los componentes de una nave espacial lunar, no tienen precedentes en la historia de la ingeniería. El desarrollo de sistemas que cumplan estos severos requisitos, nos ha proporcionado una oportunidad única para encontrar nuevos materiales y métodos, para inventar mejores sistemas técnicos, para procesos de fabricación, para alargar la vida útil de los instrumentos, e incluso para descubrir nuevas leyes de la naturaleza.

Todo este conocimiento técnico recién adquirido, también está disponible para su aplicación en tecnologías en la Tierra. Cada año, alrededor de mil innovaciones técnicas, generadas en el programa espacial, se abren camino en nuestra tecnología terrestre, llevando a mejores electrodomésticos y maquinaria agrícola, mejores máquinas de coser y radios, mejores barcos y aviones, una mejor previsión meteorológica y alerta de tormentas, mejores comunicaciones, mejores instrumentos médicos, mejores utensilios y herramientas para la vida cotidiana. Probablemente, usted se preguntará ahora por qué tenemos que desarrollar primero un sistema de soporte vital para nuestros astronautas que van a la Luna, antes de que podamos construir un sistema de lectura remota de sensores para los pacientes cardíacos. La respuesta es simple: un progreso significativo en la solución de problemas técnicos, con frecuencia no se realiza mediante el enfoque directo, pero si se establece por primera vez un gran objetivo desafiante, que ofrezca una fuerte motivación para el trabajo innovador, esto dispara la imaginación y estimula a los hombres a gastar su mejores esfuerzos, y actúa como un catalizador mediante la inclusión de cadenas de otras reacciones.

Los vuelos espaciales, sin dudas, están jugando precisamente este papel. Ciertamente, el viaje a Marte no será una fuente directa de alimento para los hambrientos. Sin embargo, dará lugar a tantas nuevas tecnologías y capacidades, que los desarrollos derivados de este proyecto, por sí solos, tendrán muchas veces más valor que el costo de su implementación.

Además de la necesidad de nuevas tecnologías, hay una gran necesidad constante de nuevos conocimientos científicos básicos, si queremos mejorar las condiciones de vida humana en la Tierra. Necesitamos más conocimientos de física y química, biología y fisiología, y muy particularmente de medicina, para hacer frente a todos estos problemas que ponen en peligro la vida del hombre: el hambre, las enfermedades, la contaminación de los alimentos y el agua, la contaminación del medio ambiente.

Necesitamos más hombres y mujeres jóvenes que elijan la ciencia como carrera, y necesitamos mayor apoyo a los científicos que tienen el talento y la determinación de participar en un trabajo de investigación fructífera. Deben disponer de objetivos que presenten un desafío, y hay que proporcionarles suficiente apoyo a proyectos de investigación. Una vez más, el programa espacial, con sus maravillosas oportunidades para participar en estudios de investigación verdaderamente magníficos de las lunas y los planetas, de la física y la astronomía, la biología y la medicina, es un catalizador casi ideal que induce la reacción entre la motivación para el trabajo científico, la oportunidad de observar emocionantes fenómenos naturales, y el apoyo material necesario para llevar a cabo el esfuerzo de investigación.

Entre todas las actividades dirigidas, controladas y financiadas por el gobierno estadounidense, el programa espacial es, ciertamente, lo más visible y probablemente lo más debatido, aunque consume sólo el 1,6 por ciento del presupuesto nacional, y el 3 por mil (menos de una tercera parte del 1 por ciento) del producto bruto nacional. Como estimulante y catalizador para el desarrollo de nuevas tecnologías, así como para la investigación en ciencias básicas, es incomparable a cualquier otra actividad. En este sentido, podríamos incluso decir que el programa espacial se está apoderando de una función que por tres o cuatro mil años ha sido el triste privilegio de las guerras.

¿¡Cuánto sufrimiento humano puede evitarse si las naciones, en lugar de competir con sus flotas de aviones y cohetes, compitieran con sus naves espaciales viajando a la luna!? Esta competencia está llena de promesas de brillantes victorias, pero no da lugar a la amarga suerte de los vencidos, que no lleva a más que venganza y nuevas guerras.

Aunque nuestro programa espacial parece alejarnos de nuestra Tierra, hacia la luna, el sol, los planetas y las estrellas, creo que ninguno de estos cuerpos celestes recibirá tanta atención y estudio por parte de los científicos espaciales, como nuestra Tierra. Se convertirá en una mejor Tierra, no sólo por todos los nuevos conocimientos científicos y tecnológicos que aplicaremos a la mejora de la vida, sino también porque estamos desarrollando un aprecio más profundo de nuestra Tierra, de la vida y del hombre.

La fotografía que adjunto a esta carta, presenta una vista de nuestra Tierra, vista desde el Apolo 8, cuando este orbitaba la Luna en la Navidad de 1968. De todos los maravillosos resultados del programa espacial hasta el momento, esta foto puede ser el más importante. Nos abrió los ojos al hecho de que la Tierra es una hermosa isla, más valiosa por estar en un vacío sin límites, y no tenemos otro lugar para vivir que la fina capa superficial de nuestro planeta, rodeada del vacío desolador del espacio. Nunca antes tanta gente reconoció cuán limitada es nuestra Tierra en realidad, y lo peligroso que sería alterar su equilibrio ecológico. Desde la primera publicación de esta foto, se han alzado voces cada vez más fuertes, advirtiendo de los graves problemas que enfrenta el hombre en nuestro tiempo: la contaminación, el hambre, la pobreza, la vida urbana, la producción de alimentos, el control del agua, la superpoblación urbana. No es casualidad que empecemos a ver las enormes tareas que nos esperan, cuando la joven era espacial nos brinda el primer buen vistazo de nuestro propio planeta.

Afortunadamente, sin embargo, la era espacial no sólo tiene un espejo en el que podemos vernos a nosotros mismos, sino que también nos proporciona la tecnología, el desafío, la motivación, e incluso el optimismo para atacar estas tareas con confianza. Lo que aprendemos en nuestro programa espacial, creo, está completamente apoyando a lo que Albert Schweitzer tenía en mente cuando dijo: "Miro al futuro con preocupación, pero con buenas esperanzas".

Mis mejores deseos estarán siempre con usted y sus niños.

Muy sinceramente suyo,

Ernst Stuhlinger

Director Asociado de Ciencia 


Texto original en inglés: http://launiusr.wordpress.com/2012/02/08/why-explore-space-a-1970-letter-to-a-nun-in-africa/

iMac multitáctil


En pleno auge del touchscreen, muchos sueñan con pasar los dedos por las pantallas de sus iMacs en lugar de usar el mouse.
Bueno, para todos ellos hay buenas noticias. No es que Apple haya anunciado capacidad táctil en sus nuevos iMacs (de hecho, es algo que probablemente no veamos llegar de la mano de Apple en un buen tiempo), sino que la empresa china TMDtouch ha lanzado el Zorro Macsk, un complemento para agregar al iMac, a modo de carcasa externa y que convierte la pantalla en touchscreen.

Lo más interesante es que posee capacidad multitáctil y, además, soporta gestos con varios dedos. Y para sumar, no necesita instalación de drivers ni de ningún software, sólo basta con conectarlo al USB y empezar a usarlo.

Está diseñado para la forma y dimensiones de las iMacs, pero con la proliferación de copias de diseños, seguramente encaja sin problemas en más de un monitor y así podríamos usarlo también en las Macbook, Mac Mini y Mac Pro.

Un detalle importante a tener en cuenta es que, si bien se pueden añadir funciones táctiles a la pantalla de un iMac, el Mac OS X aún no es un sistema desarrollado para usarlo de manera táctil. Por ende, no es la mejor manera de usarlo :P

Chrome ya no permite instalar Userscripts. Cómo instalarlos igual.


Ayer por la tarde me llevé una desagradable sorpresa al comprobar que Google Chrome 21 ya no permite la instalación de UsersScripts.

Extensions, apps, and user scripts can only be added from the Chrome Web Store

Para quien no esté al tanto: los UserScripts son archivos JavaScript que extienden las funcionalidad del navegador para el sitio que se esté visitando.

Vale aclarar que la última versión estable de Chrome al día de hoy es la 20.0.1132.57, por lo que la mayoría aún no notará el problema. Pero en las versiones beta (que va por el 21.0.1180.15) y canary (que ya está por el 22.0.1221.0) puede apreciarse esta modificación en la API del navegador.

Estas versiones de prueba traen las modificaciones que más tarde llegarán a la versión estable. Hay una posibilidad de que Google se eche atrás con esta decisión, según su análisis de los reclamos de los desarrolladores, pero lo cierto es que muy probablemente quieran restringir la instalación de scripts por fuera de su Chrome Web Store.

Ahora bien, les mostraré cómo instalar sus UserScripts (ya sean propios o descargados de cualquier sitio) a pesar de la nueva restricción impuesta en Chrome.

Como primera instancia, recurrí a la lista de switches de Chromium, pero todos los comandos que te vuelven al Chrome promiscuo para instalarle cualquier cosa de cualquier lugar, no tienen efecto con los UserScripts. También probé modificar las políticas de fuentes de instalación de extensiones, pero esto tampoco surte efecto sobre los Scripts.

Finalmente, me quedó una única salida: convertir el UserScript a aplicación de Chrome.

Les voy a mostrar un método muy básico para convertir un Script en una aplicación como las que se instalan desde el Chrome Web Store:

Primer paso: se descargan el UserScript que quieran usar. O crean uno propio.

Segundo paso: lo guardan dentro de una carpeta (esta carpeta debería tener preferentemente el nombre de la aplicación) y lo renombran a script.js. Abran este archivo con un editor de texto plano.

Tercer paso: crean un nuevo archivo, en el editor de texto plano que prefieran, con el siguiente contenido:

{
   "content_scripts": [ {
      "exclude_globs": [  ],
      "exclude_matches": [  ],
      "include_globs": [ "http://google.com/*", "https://google.com/*", "http://*.google.com/*", "https://*.google.com/*" ],
      "js": [ "script.js" ],
      "matches": [ "http://*/*", "https://*/*" ]
   } ],
   "converted_from_user_script": true,
   "description": "Detalle sobre tu UserScript",
   "name": "Nombre de tu UserScript",
   "version": "1.0",
   "manifest_version": 2
}

Deberán modificar las URLs dentro de "include_globs". Lean el archivo "script.js" que tienen abierto y busquen todas las líneas que comiencen por "// @include" (sin las comillas). Cada una de esas líneas tendrá una URL que ustedes copiarán una detrás de la otra, separadas por comas. Es decir, para el ejemplo que escribo acá arriba, el archivo script.js contendría lo siguiente:

// @include       http://google.com/*
// @include       https://google.com/*
// @include       http://*.google.com/*
// @include       https://*.google.com/*

También deberían modificar a su gusto el nombre y la descripción del Script, así como el número de versión (si no quieren modificar estos datos, no hay problema, funcionará igual).

Cuarto paso: guardar el archivo que están modificando, con el nombre "manifest.json" (sin las comillas, claro), dentro la misma carpeta en donde tienen el archivo script.js.

Listo, ya tienen su aplicación básica basada en un UserScript. Para instalarla en Chrome, diríjanse a la sección de extensiones del navegador, en chrome://chrome/extensions/ y tilden la opción "Modo de desarrollador". Luego hagan click en "Cargar extensión descomprimida", seleccionen la carpeta en donde crearon su aplicación y ya está.

Realmente espero que Google de marcha atrás y vuelva a mantener el soporte nativo para los UserScripts, pero en caso de que no lo hagan, acá tienen esta pequeña guía para saltar el obstáculo. Algunos no somos fáciles de detener con restricciones.

Probando Chrome en el iPad


¡Google finalmente aprendió a hacer aplicaciones iOS!

Ya me he quejado de lo pésima que puede ser una aplicación de Google en iOS, pero hoy me toca felicitar a los chicos de Mountain View.

Esperaba este momento desde hacía bastante tiempo, así que hoy me lancé con todo a probar y jugar con el Chrome for iOS recién salido del horno.

Recibí comentarios bastante desalentadores del rendimiento en el iPhone, pero de momento sólo lo probé en un iPad 2, así que todos mis comentarios son de la experiencia y primeras impresiones en ese dispositivo.

Lo primero que impresiona es su interfaz, casi idéntica a la versión desktop, lo ya nos hace sentirnos como en casa.
Inmediatamente, nos invita a iniciar sesión con nuestra cuenta, para sincronizar todo. Este es su punto fuerte.
Al igual que en las versiones de los demás Sistemas Operativos, en iOS podemos sincronizar todo, tal como lo haríamos en cualquier máquina. Aunque no sólo eso, además podemos tener los marcadores de la versión móvil y los de la versión desktop separados y cuando agregamos uno nuevo, podemos elegir guardarlo en los marcadores de uno u otro.

Al empezar a abrir algunas pestañas me topé con el primer ligero inconveniente: mover las pestañas. En determinado momento quise reordenar las pestañas abiertas, algo que para mí es básico, pero resultó no ser muy intuitivo.
Instintivamente quise arrastrarlas con el dedo, pero noté que lo que hacía realmente era empujar todas las pestañas juntas. WTF? Sí, eso, si arrastro la primera pestaña, se mueven todas juntas, si arrastro cualquier otra pestaña, se mueven todas juntas, exceptuando a la primera. Más adelante descubrí cuál era la utilidad de esto, después les digo.
Resulta que hay que tocar la tab a mover y esperar un poco hasta que las demás se oscurecen, y recién ahí es cuando podemos reubicarla. No es difícil ni molesto hacerlo, pero me resultó poco intuitivo.



Una cosa que le falta es poder fijar pestañas, tal como se puede hacer en Windows, Mac y GNU/Linux.
Algo maravilloso es poder acceder a las pestañas abiertas en otros dispositivos, gracias a la sincronización.


Algo a destacar es que la famosa omnibar funciona de la misma manera que ya conocemos. Se usa tanto para escribir la URL, como para hacer una búsqueda, y mientras escribimos nos va mostrando las sugerencias.


Se pueden realizar búsquedas por vos, pero el reconocimiento es pésimo. Lo probé un rato largo con mi voz, con las de otras dos personas y con grabaciones de locutores. El reconocimiento fue tan lamentable como lo que demora en procesarlo. Eso sí, en inglés los resultados son un poco más favorables que en español.


Entre las opciones que podemos seleccionar estando en una página, hay dos que resaltan. La primera es poder abrir la versión normal (o desktop) si es que el sitio tiene una versión diferenciada para los dispositivos móviles. Y la segunda es algo que suena tan básico que parece mentira que el navegador principal no lo tenga: buscar dentro de la página. Sí, Opera y algunos más incluyen esto, pero ninguno tiene la velocidad de respuesta y comodidad del de Chrome.


Algo curioso, y bastante molesto es que a medida que abrimos páginas nuevas y la barra de pestañas se va llenando, estas no cambian de tamaño, no se achican para que entren más en el mismo espacio, sino que se apilan unas detrás de otras. Esto, en el uso cotidiano, me parece molesto. En el tiempo que estuve probando, mi mayor pérdida de tiempo fue ponerme a buscar la pestaña que quiero.
Cuando comenté el movimiento extraño de arrastrar todas las pestañas juntas, resulta que era para esta circunstancia en que tenemos muchas apiladas y debemos correrlas para acceder a ellas.


Sería más que interesante tener integrada la opción de traducir la página. Y sería fantástico poder incorporar los plugins y webapps que ya tenemos o, al menos, que se puedan crear nuevos para esta versión.


Una curiosidad que me llamó mucho la atención es que al escribir una URL en la omnibar, el teclado que nos aparece no tiene la distribución para escribir, justamente, URLs. En lugar de eso, es un teclado de texto, pero con una barra superior que incluye las teclas que diferencian al teclado de URLs. Algo muy raro y a lo que no le encontré lógica.



Bien, ahora en cuanto al rendimiento hay que tener en cuenta un detalle importante: todo desarrollador que quiera mostrar contenido web dentro de su aplicación en iOS, deberá hacerlo sí o sí a través de la herramienta que les proporcionan a tal fin, el UIWebView. ¿Qué significa esto? Que no puede haber un motor web distinto al que ya viene integrado en el sistema.
Por un lado no es tan grave, ya que UIWebView está basado en Webkit, el mismo motor que usa Chrome. Pero sí es grave en cuanto a que Google no puede usar su motor de JavaScript, V8, y no sólo eso, sino que tampoco puede usar el de Safari, el insuperable Nitro, sino que debe usar el standard que le proporciona UIWebView.
Lo curioso es que aún teniendo esta limitación, por alguna razón que desconozco el render de las páginas en Chrome me resultó mucho más veloz que en Safari. MUCHO más veloz.
También noté que si cambio a otra aplicación, al volver encuentro todas las páginas tal como las dejé. Distinto de Safari, donde si vuelvo desde otra aplicación, tengo que esperar unos segundos hasta que me vuelve a mostrar todas las pestañas y el contenido.
También puede alcanzar un nivel de zoom mayor que el de Safari y sin perder en calidad de imagen.

Una de las estrellas de Chrome, la ventana de incógnito, también está presente en esta versión. Y nos permite trabajar al mismo tiempo con pestañas abiertas de modo normal y otras en incógnito.

Otro hecho a destacar es que no aparece el Chrome en "Ajustes", sino que todas las configuraciones se realizan desde la misma aplicación.

Y para terminar, les comento que Safari tiene un límite máximo de 9 pestañas abiertas en simultáneo. El límite en Chrome no sé cuál es, porque paré después de las 50 pestañas abiertas y aún con buen rendimiento.


Realmente Google se lució esta vez y presentó una aplicación excepcional y que no defraudó en absoluto. Desde este momento, Safari perdió su puesto en mi iPad.

Sentimientos encontrados con el skeuomorphism


Afortunadamente, estamos viviendo una época en la que prima el minimalismo en los diseños. Sin embargo, está cobrando protagonismo una tendencia amada y odiada con igual pasión: el skeuomorph.

Se lo suele describir como un elemento de diseño sin utilidad, cuyo fin es el de evocar la versión antigua de un objeto. En otras palabras, decora un elemento moderno, como si fuera la versión antigua del mismo.
Está siendo muy atacado en este último tiempo, especialmente en el ambiente Apple, que es donde abunda en sus interfaces gráficas.

Es entendible que contrasta con el movimiento de diseño zen y muchos diseñadores quieran poner el grito en el cielo. Y es entendible también que sea visto como un exceso de diseño sin ninguna utilidad (aparentemente, pero ya veremos que no es así), y que los usuarios avanzados quieran interfaces puramente funcionales.

Ahora bien, ¿tan malo es? ¿Tan inútil es? Si fuera así, ¿por qué se usa?

Bueno, las respuestas de los detractores del skeuomorph a estas preguntas, serían: sí; sí; y se usa para atraer a los usuarios más inexpertos con cosas bonitas y colores brillantes, como si fueran bebés.

Vale decir que el skeuomorph es tan útil como cualquier otro tipo de diseño y, al igual que esos otros, hay que saber utilizarlo para que cumpla su función.
Una interfaz de usuario no es una simple decoración, sino que es un entorno que le debe brindar al usuario un ambiente de comodidad, facilidad y gusto por la tarea que esté realizando.

Nuestro cerebro es una máquina de relacionar, así es que con el skeuomorph logramos que el usuario, al navegar por una interfaz que es únicamente visual, logre asociar las imágenes con nuestros recuerdos, emociones y sensaciones del elemento real que se esté emulando con esta técnica. ¿Y qué se consigue con esto? Bueno, que el usuario establezca una relación emocional con la interfaz, incluso antes de darle utilidad. Es como sentir olor a pochoclos (palomitas de maíz, pop corn, etc) y tener una agradable sensación, producto de la asociación inconsciente con estar en una sala de cine.

Entonces, el skeuomorph es un recurso muy bueno y realmente muy útil. Puede ser un aliado para mejorar la experiencia del usuario, pero a la vez puede  ser el causante de entorpecerla si se abusa de él o no se sabe utilizar.

El problema viene cuando esta técnica pasa a ser moda, ya que esto genera un uso exagerado o inadecuado, olvidando la integridad estética.
La integridad estética determina cuán integrada está la interfaz gráfica con la función que cumplirá la aplicación. Y para integrar ambas, debe haber coherencia entre ellas. Para que quede más claro, por ejemplo, un videojuego donde manejamos aviones de combate genera mayor impacto y conexión emocional mientras más realista se vea y se oiga todo; sin embargo, ocurre todo lo contrario si estamos en la ventana de configuración de una aplicación de mantenimiento de maquinaria industrial y encontramos que todas las opciones se manejan mediante una interfaz que simula palancas, perillas, pulsadores y motores.

Entre todos, quien más críticas recibe por el uso del skeuomorph es también quien mejor lo sabe aplicar: Apple. Y no solo lo aplica, sino que está, como siempre, un paso por delante del resto. Prueba de esto es el siguiente video donde podemos ver, en una versión beta de iOS 6, cómo el reflejo sobre un botón de apariencia metálico cambia según cómo movamos el iPhone:




Responsivo a medias: Google+ y su #Whitespace


Desde la presentación de Google+, Google ha ido rediseñando (y aún continúa) todos sus servicios para ofrecer una coherencia entre todos sus sitios y mejorar la experiencia del usuario.
Con estos rediseños, llegaron algunas buenas mejoras, como incorporar técnicas de diseño web responsivo.

Hay un error (yo diría pecado) muy frecuente últimamente entre los diseñadores web: asumir que el diseño web responsivo se enfoca en adaptar sitios web a pantallas pequeñas.
Es un error gravísimo creer eso, ya que la intención de la responsividad en el diseño es ofrecer el esquema y comportamiento más adecuado al marco de observación (el navegador), respondiendo de manera dinámica a cualquier cambio en éste.

Y Google parece haber caído en este pecado (y si no en este, entonces cayó en el otro que comento más abajo).
Ayer se presentó un rediseño radical en Google+, asemejándolo más a una aplicación que a un sitio. Con el lavado de cara aprovecharon para implementar un diseño web responsivo, reubicando algunos elementos y cambiando las dimensiones de otros, según el ancho de nuestro navegador.
¿Y cuál es el error? El layout actual de Google+ está "optimizado" para anchos de pantalla de 1024px hasta unos 1440px, esto abarcaría los monitores de 10" a 19". Con menos de 10" ya deberíamos acceder a la versión móvil del sitio (si implementan responsividad, otro grave error es tener una versión móvil separada de la versión desktop). Y con más de 19", se hace notorio un elemento que no debería ser percibido: el espacio en blanco.



Como se ve en la imagen, a la derecha del stream queda un enorme espacio en blanco inútil.
El espacio en blanco es un elemento importante en el diseño. Pero si el usuario final fija su atención en el espacio en blanco, si se percata de su existencia, entonces el trabajo del diseñador fracasó.
Google+ presentó desde su inicio una apariencia minimalista de la que podía enorgullecerse. Sin embargo, ahora presenta una zona en donde se aglutinan todos los elementos, y otra zona (que puede ser MUCHO más grande que la primera) en la que no hay nada, queda vacía.

Vacío no es igual a minimalismo.

Y la cosa empeora mientras más grande sea nuestro monitor, ya que el inmenso espacio vacío genera aún mayor sensación de condensación en la zona izquierda.
Un claro ejemplo de cómo se desaprovecha el ancho de la pantalla es este:

Click para ampliar
Hay un espacio para filtrar el contenido del stream, pudiendo elegir leer las publicaciones de un solo círculo, simplemente marcando el círculo deseado. Hay un ancho suficiente para mostrar los botones de bastantes círculos, y sin embargo, la lista colapsa después de sólo DOS botones, dejándome un enorme espacio desperdiciado a la derecha.

Pero todavía puede venir algo peor que el exagerado espacio en blanco:

Por la mañana, mientras los hashtags #whitespace y #useofwhitespace se convertían en trending topics, Vic Gundotra ofrecía un hangout en el que comentó que tenían algo planeado para ese espacio en blanco, aunque no precisó qué sería.
Y si Google no cayó en el primer pecado (ignorando los monitores de más de 19" en su diseño), es probable que caiga en uno mayor: el estilo Facebook. Esto es sobrecargar cada rincón del monitor con todo cuanto pueda meterse.

Si realmente tienen algo planeado para "rellenar" ese espacio en blanco, entonces perdería todo vestigio del concepto minimalista con el que comenzó Google+.

Y hablando de desaprovechar el tamaño del monitor, no pude dejar de pensar en la ironía de que este diseño "responsivo a medias" proviene de la empresa que desarrolla Android, cuyas aplicaciones para tablets no son más que la versión estirada de las mismas para smartphones.

Y el Googlebot dijo: "Penalizarás a aquellos que abusen del SEO"

Hubo una época sencilla, de buscadores toscos y directorios de sitios web. En ese entonces, las revistas publicaban sus listas de URLs de buenos sitios web, según distintas temáticas.
Las generaciones pasaron y los buscadores evolucionaron. Y con su evolución aparecieron las prácticas SEO.
El SEO es la optimización de un sitio para los motores de búsquedas. En un principio, era una práctica inocente y casi ineludible si querías ser conocido en Internet.
Originalmente, bastaba con tener en cuenta algunas técnicas de publicación aplicables a cualquier medio, como títulos cortos y precisos, que den a entender el tema a tratar, luego una redacción clara y artículos cortos. Además de esto, era necesario registrar el sitio en los distintos directorios web, desde los que accederían la mayoría de nuestros navegantes.
A partir de ahí, las estrategias de SEO fueron evolucionando a la par de los buscadores, llegando a niveles maquiavélicos.
Entonces, Google decidió ponerse firme. Era un buscador joven, pero con un crecimiento de popularidad imparable. Su afamado algoritmo PageRank se estaba convirtiendo en la puta del pueblo. Todos sabían que mientras más páginas tuvieran enlaces a tu sitio, PageRank los favorecería, y todos comenzaron a aprovecharse de eso, publicando cientos de páginas falsas, sin contenido, sólo para publicar enlaces; canjeando enlaces entre otros sitios; generando artículos falsos; poniendo enlaces dentro del sitio apuntando a sí mismo.
Google no quería que esas prácticas arruinaran la precisión de sus resultados, por lo que comenzó a sancionar sitios que abusaran del SEO. A partir de ese momento, Google comenzó a dictaminar una serie de reglas para beneficiarse del buen posicionamiento en su buscador.
Al día de hoy, esas reglas evolucionaron al grado de "Directrices para webmasters".

Estas directrices fueron evolucionando con el paso del tiempo y con la incorporación de nuevos algoritmos para arrojar mejores resultados. Y ahora, Google vuelve al punto del conflicto con las prácticas SEO que se están extralimitando.

Sumado a esto, Google está mejorando sus resultados semánticos y favoreciendo a los sitios que produzcan contenido de calidad por sobre los productores de artículos a toneladas para aumentar los ingresos por publicidad. Y esto se ve afectado por el SEO desmedido.

Por lo tanto, a lo lardo de las próximas semanas, Google actualizará su motor de búsqueda para nivelar el campo de juego entre los que generan un gran contenido y los que hacen un gran trabajo de SEO, según las palabras de Matt Cutts, líder del equipo de Webspam de Google.

Cutts dejó bien en claro que esta nivelación incluirá sanciones a aquellos que abusen de los métodos de posicionamiento. Y aclaró "Estamos tratando de hacer que Googlebot sea más inteligente, mejorando nuestro sistema de relevancia, y también estamos buscando a los que abusan de ella".
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