La evolución de la nube, será no saber que existe la nube

El concepto de nube, más o menos como lo conocemos actualmente, tiene algunas décadas de existencia. Aún así, fue apenas en estos últimos años que el término cobró popularidad, más como un recurso publicitario que como una novedad.
Originalmente, la nube era la representación de Internet (o de alguna red WAN) en los diagramas de redes informáticas.


Desde hace más de dos décadas que existen tres ideas que fueron marcando la forma en la que venimos evolucionando tecnológicamente:

  • Por un lado, el concepto de computadoras como simples terminales receptores de información. Equipos con potencial medio o bajo que únicamente ejecuten aplicaciones remotas, que todo el procesamiento de datos y su almacenamiento recaiga en servidores a los cuales podríamos acceder a través de Internet, desde cualquier lugar del mundo y seguir viendo el mismo escritorio.
  • Otra idea que cada tanto recobra fuerzas, se inspira en las redes P2P y pretende que cada host sirva a la vez como servidor y lograr así una red en la cual todos los terminales compartan recursos entre sí. Este sería el caso de la computación distribuida y en cierta medida, el de las botnets. El mercado actual parece alejarse de la idea de concretar un esquema de este estilo, aunque más adelante (hablo de varios años adelante) podrá resultar útil para que los usuarios, de manera privada, hagan uso de los recursos de todos sus equipos, en pos de potenciar el aparato con el que estén accediendo en cada momento.
  • Y la tercera idea, el sueño de casi todas las grandes cabezas del mundo tecnológico, es hacer "desaparecer" a la computadora. Hacerla desaparecer en el sentido de que sea invisible e imperceptible para el usuario.


Estamos en un período de transición, donde lentamente adaptamos nuestro trabajo del escritorio a la nube.
Si seguimos evolucionando en la línea en la que estamos actualmente, llegaremos paulatinamente al día en que (los usuarios actualmente llamados "de escritorio") podamos movernos libremente sin pensar en dónde estamos guardando nuestros datos, ni nuestras aplicaciones. A cualquier lugar al que vayamos tendremos acceso a las mismas aplicaciones, a los mismos datos, a las mismas configuraciones.

La nube será un éxito cuando nos olvidemos de su existencia, cuando esté tan masificada y sea tan natural usarla, que nadie se percate de que está accediendo a ella.


Descargar Ubuntu
Descargar Chrome
 

© 2011 Sentido Binario